“El virus es transitorio y no cambiará todo de golpe”, observa Carlos Lamela en ‘El Norte de Castilla’
Entre los grandes cambios y las modificaciones que aportan la sensatez y la enseñanza histórica de la arquitectura. Carlos Lamela, presidente de Estudio Lamela, comparte sus reflexiones en el periódico El Norte de Castilla junto a compañeros y profesionales como el arquitecto Juan Herreros; José María Ezquiaga, exdecano del Colegio de Arquitectos de Madrid (COAM) o Paloma Sobrini, directora general de Arquitectura y Conservación del Patrimonio del Ayuntamiento madrileño. “El virus es transitorio y nos hará reflexionar, pero no cambiará todo de golpe”, observa Carlos Lamela. Y añade: “Habrá pequeños cambios, reclamados ya desde el sentido y común y la sensatez, y que quizá la crisis acelere. Las ciudades tienen cientos de años de historia, han pasado por guerras, pandemias, y todo tipo de vicisitudes, y un virus que está apenas unos meses no las cambiará mucho”. Eso sí, incidirá en lo que no deja dudas. “Lo que hará es reafirmarnos en lo que ya sabemos sobre cómo debe ser una ciudad saludable”, comenta el presidente de Estudio Lamela. Amplia, transitable, ordenada, con luz y espacio para las personas. Y, claro, muchos miraran a lo alto y se arrepentirán de haber cerrado las terrazas. Algo que no pasa en ningún otro país de Europa. Pero junto a ese cielo, la construcción tiene otro techo. “Se superó mucho antes del estallido de la burbuja de 2008. No podemos construir 600.000 viviendas al año. Es un disparate. El turismo es más flexible que la construcción, pero solo no podrá tirar del carro de la recuperación económica”, prevé Carlos Lamela.
En el fondo hay una reflexión común que comparten estos profesionales de prestigio, incide el rotativo castellano, hacen falta normas menos rígidas con el propósito de recuperar pequeños pulmones verdes y, por ejemplo, habilitar zonas comunes en los edificios donde convivan los espacios de trabajo y los habitacionales.