APARTAMENTOS
EN BARCELONA

Se trata de un conjunto residencial de 272 viviendas en Barcelona, de las que 156 son de precio concertado y 116 de precio libre. El proyecto defiende una nueva idea de ‘Plaza’ y la utilización de zonas verdes, y ofrece unas vistas excepcionales.
Ubicado en Barcelona, es un proyecto residencial para la inmobiliaria Culmia definido por 272 viviendas, de las que 156 son de precio concertado y 116 de precio libre.
La manzana se halla en la Marina del Prat Vermell, uno de los últimos sectores industriales, que se está transformando en un nuevo barrio con altos valores medioambientales y ecológicos y con la voluntad de constituirse en un nuevo centro residencial y de negocios, junto a la Feria de Barcelona, el puerto y próximo al aeropuerto.
El conjunto toma como referencia una de las transformaciones históricas más importantes vividas por la capital catalana: el Plan Cerdá de 1860. Concebido por el ingeniero Ildefonso Cerdá, se basó en una estructura en forma de damero cuyas características más excepcionales eran las esquinas achaflanadas y la inclusión de jardines en el corazón de manzana.
En total, el desarrollo, con un presupuesto estimado de 27,3 millones de euros, ocupa una superficie de 46.931 m2 repartidos entre vivienda concertada (15.099 m2) y libre (12.445 m2). Por su parte, los locales comerciales, situados en la planta baja, se distribuyen en 4.620 m2.
El diseño hace una reinterpretación de esta historia y de ese urbanismo pensado en su día por Cerdá y plantea la unificación del patio central. El resultado es un jardín interior que prolonga las zonas verdes aledañas. Este espacio central, a modo de ‘Plaza’, no solo comprende la planta de acceso sino que se extiende en altura y abarca las áreas comunes situadas en las cubiertas de las primeras plantas.
Como si se tratara de piezas superpuestas, las zonas comunes de las cubiertas llegan hasta las áreas más elevadas de la edificación y proponen unas vistas excepcionales sobre la Marina del Prat Vermell.
La concepción de este grupo residencial se ha basado en una relectura del concepto Modulor propuesto en su día por Le Corbusier, el cual plantea la relación matemática entre las medidas del hombre y la Naturaleza. Por eso, el concepto del edificio es fruto de la repetición de una matriz cúbica en las tres dimensiones del espacio. Tras este planteamiento, se suprimen algunas unidades y a la vez se plantea un movimiento de los planos de cerramiento. El edificio se “esponja”. Esto favorece la entrada de la luz y la ventilación y, al mismo tiempo, se dota a las fachadas de un fuerte sentido de movimiento.
DATOS Y CIFRAS






