AUTOSERVICIO
CHALMAR

Primer autoservicio de Madrid. Consistió en la rehabilitación total de 3 plantas de un edificio antiguo con sustitución total de la estructura de entramado por otra metálica. Proyecto de arquitectura, decoración y mobiliario.
Se acometió la reforma parcial de un edificio de viviendas de seis plantas de las que fueron objeto de rehabilitación las plantas sótano, baja y primera, para la instalación de un “autoservicio”, el primer comercio de este tipo en Madrid. Fue una obra complicada y arriesgada, debido a la precaria salud del inmueble y al hecho de que durante la construcción permaneciera ocupado por todos sus inquilinos.
Su estructura era un entramado vertical de madera—muy afectado por la carcoma, hasta el punto de haber desaparecido en algunos tramos— rellenada de yesones, con viguería de pino y aligerada con unas piezas cerámicas desconocidas. También existían algunos soportes de fundición introducidos en obras de reforma y alguna viguería metálica. Debido a movimientos estructurales verticales y de forjados, había profundas grietas desde la cubierta hasta la planta baja. Como consecuencia de la deficiente red de saneamiento del inmueble, las humedades provocaron la pudrición de elementos de estructura.
Existían materiales resistentes completamente arruinados y una red de evacuación, de trazado irregular e incluso algo jocoso, producto de sucesivos añadidos.
También fue un problema muy serio reajustar la nueva red de saneamiento y la escalera de vecindad –cuyo uso no podía interrumpirse porque el inmueble estaba íntegramente habitado en el resto de las plantas–”, lo que creó una complicada situación en la organización de la obra. En los 1.750 m2 del total de la reforma hubo más de 400 obreros por jornada trabajando en tres turnos día y noche debido a la peligrosidad de la obra.
Así pues, el viejo y habitado edificio debajo del cual se construyó otro íntegramente nuevo se apoyó sobre un complejo estructural metálico para lograr mayores luces. La planta primera se resolvió como un cuerpo de transición que utilizaba en fachada sus elementos constructivos con el fin de alcanzar un ritmo profuso de huecos verticales, como invariante castizo de la zona.
Se creó un gran escaparate: la tienda misma, con toda su espectacularidad como reclamo comercial, con sus 37 metros de fondo medio.
DATOS Y CIFRAS




