LA
PIRÁMIDE
En un solar de 5.320 m2 y con fachada a tres calles, el edificio cuenta con diez plantas sobre rasante destinadas a oficinas, y cuatro sótanos para instalaciones y garaje.
El acceso vehicular es por el Paseo de la Castellana y con salida a la calle Jenner, con circulación de sentido único, en rampa ascendente que sirve de calle interior. En la planta baja, con importantes retranqueos, el acceso al portal se realiza a través de un magnífico jardín en el que se aprovecharon los grandes árboles existentes y se aportaron montículos de tierra para diversificar las perspectivas y encauzar el acceso peatonal.
La forma de pirámide truncada es consecuencia de las OO.MM. en cuanto a aprovechamiento de edificabilidad y mantenimiento de superficie de jardín, cuya aplicación estricta conformaba un edificio con cuatro áticos e imagen de escalonamiento, forma considerada no adecuada desde el punto de vista urbano. Se planteó entonces la solución de tronco de pirámide, con tres fachadas inclinadas a las calles afectadas por tal ordenanza, y la fachada interior vertical, situando en ella el núcleo de circulaciones. Se consiguió así un edificio singular de volumen limpio y nítido, con plantas sobre rasante que varían desde 800 a 1.500 m² de superficie.
Los soportes inclinados de fachada que quedan fuera de los cerramientos ¾con sus bases de arranque modificadas durante la construcción¾, dan gran carácter a la composición estética. Las cuatro esquinas están suspendidas mediante tirantes de cables pretensados, anclados a la cabeza de sus correspondientes soportes.
Las fachadas dispuestas en escalonamientos retranqueados y las ventanas inclinadas, contribuyen a que sea un edificio con autoprotección solar, de bajo consumo energético. Las fachadas también están protegidas con paneles prefabricados de poliéster reforzado con fibra de vidrio, y la carpintería es de aluminio anodizado en color bronce.